¡QUE NO TE ENGAÑEN CON LOS FALSOS NATURALES!
La demanda cada vez mayor de
cosmética natural, ha hecho surgir muchos falsos naturales. Algunas marcas que
presumen de ser naturales, realmente no lo son. Hay productos cuya imagen
parece natural pero están repletos de tóxicos. No lo digo yo, el etiquetado de sus componentes
les delata.
Muchas veces leemos en la etiqueta de un producto que es “natural”,
“eco”, u “orgánico”. Pero no te dejes engañar por el marketing, que a menudo aprovecha
estos términos para confundir.
Al leer el INCI (siglas en ingles de Internacional Nomenclature Cosmetic Ingredients) podemos ver que lo
único natural que tiene, es el agua.
Puede que una
crema contenga 98% de componentes derivados del petróleo y solo un 2% de aceite
de rosa mosqueta, y esto en España está permitido que se venda como natural.
En el Inci los componentes de un producto, se
muestran de mayor a menor cantidad. Esto quiere decir, que en los 5 primeros
ingredientes de la lista Inci, está el 70% de la fórmula.
En el mercado podemos encontrar
un aceite vegetal de aceite de almendras dulces, pero esto no quiere decir que
no contenga ingredientes sintéticos como los parabenes, derivados del petróleo,
colorantes o perfumes artificiales.
La gran mayoría de consumidores suelen
dejarse engañar, sin molestarse a leer o investigar los ingredientes del
producto que van a comprar.
A continuación te indico algunos de los falsos naturales que puedes encontrar en el mercado, pero quiero aclarar que en ningún caso cuestiono la calidad de los productos de éstas marcas, únicamente quiero destacar que venden sus productos como cosmética natural, cuando en realidad no lo son, ya que siguen teniendo presente en su composición químicos tóxicos.
Marcas como: Apivita, Aveda, Origins, Bottega verde, The Body Shop, Yves Rocher, Kiehl's, L'occitane, Lush, Clarins, Decléor, Darphin, Korres...son solo algunas.
Una buena noticia es que cada vez,
hay más fabricantes honestos, honrados, que elaboran productos naturales y bio
de verdad, libres de química, cuyos componentes se pueden leer con total
transparencia. Esta es la cosmética que yo defiendo.
La cosmética convencional
representada por grandes empresas, solo busca aumentar sus ingresos a costa de
poner en riesgo la salud de los consumidores. Aunque dicen que las
sustancias químicas se encuentran en “dosis no peligrosas”, para la salud, en
los últimos años y con las investigaciones recientes, se especula mucho sobre el potencial tóxico
que poseen muchos de estos ingredientes.
A veces me preguntáis porque los
productos ecológicos no huelen como los otros productos, porque tienen una
textura diferente, o porque su caducidad es más corta. La respuesta es
sencilla: los aromas, la textura y la larga duración de los productos
convencionales es únicamente el resultado del uso masivo de sustancias químicas
nocivas en su fabricación.
Después de usar cosmética
convencional por años, necesitamos un tiempo para acostumbrarnos a la cosmética
natural o ecológica, pero el cambio bien vale la pena. Yo lo hice hace unos
años. Cuando empecé como masajista en 2013. Ahora no soporto los olores ni
texturas de la cosmética convencional.
El motivo por el que empecé a escribir
mi blog Cuídate sin química, es la falta de información y poca transparencia
que existe.
Me preocupa que la gran mayoría de
personas da por hecho lo que ocurre a su alrededor, y no se para a pensar en
las causas. Ya sabemos que el mundo está en decadencia, pero si nos quedamos cruzados de brazos, se
pondrá peor. La elevada cantidad de
enfermedades hormonales como los cánceres de pecho, de testículos, de ovarios,
y de próstata, malformaciones en los fetos, la diabetes, la obesidad, pubertad
temprana, mujeres que desean quedarse embarazadas y no lo consiguen… aunque son
muchos los factores que pueden contribuir a esto, no quiero ser pesada, pero
estoy convencida que entre los factores implicados, están los productos
químicos que interfieren en nuestros sistemas, entre ellos el hormonal. Por lo que comemos, bebemos, respiramos y nos aplicamos en la piel.
Algunas cosas que puedes tener en
cuenta:
-Hay que leer las etiquetas al
dorso de los productos, si la lista es muy larga, malo. Cuanto más corta es la
lista de componentes mejor, eso indica que el producto es más natural.
-El hecho de que un producto
tenga sello certificador de cosmética ecológica, nos da garantía de que se rige
por unas bases mínimas para considerarlo aceptable.
-Presta especial atención a los
cosméticos que puedes ingerir, como los protectores labiales o “cacaos”. Y los
que permanecen en la piel, como cremas faciales y corporales.
¿Tienes alguna duda? ¿Preguntas? ¿No
sabes por dónde empezar o cual es el producto más adecuado para ti?
Solo tienes que mandarme un mail a: juditpiqueras@gmail.com
y estaré encantada de ayudarte a responder tus dudas.
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